Escándalo de abuso, bullying y drogas sacude a una escuela salteña: "Espera a que entren al baño y comienza a tocarlos"

Grave escándalo en la Escuela Delfín Leguizamón: Denuncias de abuso, bullying, pornografía en chats y drogas generan caos. Padres y madres denuncian los hechos en las puertas del establecimiento.

Salta29 de septiembre de 2025Diario del ValleDiario del Valle
delfinleguizamonescuela
Establecimiento educativo N°4026 - Delfín Leguizamón

Una ola de denuncias gravísimas desató un escándalo en el Barrio Boulogne Sur Mer en Salta Capital, llevando a padres y madres de la Escuela Delfín Leguizamón a una manifestación sin precedentes y al cese del envío de sus hijos a clases. Los hechos, que se arrastran desde hace varios meses, incluyen alegaciones de abuso sexual en los baños del establecimiento, acoso y bullying sistemático contra alumnos vulnerables, circulación de material pornográfico entre niños y hasta la presencia de estupefacientes en el predio escolar durante las noches. La tensión escaló a tal punto que la institución, ubicada en avenida Felipe Varela al 300, debió montar una custodia policial para garantizar el orden mientras la comunidad educativa exige la intervención directa e inmediata del Ministerio de Educación de Salta.

Las acusaciones se centran en un alumno de sexto grado, quien supuestamente lleva meses acosando a sus compañeros, siendo el principal foco de preocupación las agresiones que se llevarían a cabo dentro de los baños de la institución. Según el testimonio de varias madres autoconvocadas que conversaron con la prensa, este menor incita a otros niños a realizar actos de índole sexual. Una de las madres relató con profunda consternación la mecánica del acoso: “Espera a que entren al baño y comienza a tocarlos, se masturba y después les pasa la mano a sus compañeros”, una situación que provocó que varios menores desarrollen un miedo a utilizar las instalaciones de la escuela. La gravedad de los hechos generó que padres y madres se organicen, irrumpiendo en las instalaciones para exigir una respuesta que, según denuncian, nunca llegó de manera adecuada.

El horror de las familias no se limita al espacio físico de la escuela, sino que se extiende al ámbito digital, donde el mismo menor habría continuado con la conducta predatoria. De acuerdo con los señalaron las madres, en varios chats de WhatsApp habrían circulado mensajes donde el alumno agresor solicita videos de sus compañeros masturbándose, llegando incluso a intentar fijar horarios para la recepción de este material. Esta evidencia digital es crucial para el caso, ya que las familias aseguran contar con estos videos y capturas de chats para respaldar sus denuncias. Ante la difusión de estos contenidos y la magnitud de las agresiones, los padres temen por la integridad emocional y física de sus hijos y piden garantías inmediatas para que no sigan siendo expuestos.

 

La indignante respuesta institucional: "Están descubriendo su cuerpo"
 

La furia de los padres no solo se dirige al alumno agresor y su familia, sino principalmente a las autoridades de la Escuela Delfín Leguizamón. Los denunciantes apuntan directamente contra la directora, Liliana Aramayo, y el vicedirector, José Díaz, acusándolos de minimizar sistemáticamente los gravísimos episodios. Al plantear el caso de abuso y acoso en los baños, la respuesta de la directora habría sido calificada como indignante por los padres: “los niños están experimentando su cuerpo” y que lo que ocurre en los chats es responsabilidad de los padres y no de la institución.

escuelasalvadormazzaAdolescente se arrojó de un puente por bullying escolar

Además de restarles importancia a los hechos, las familias sostienen que la dirección habría sugerido el cambio de curso de las víctimas en lugar de aplicar sanciones disciplinarias o de acompañamiento al menor agresor, una actitud que las familias tildan de revictimización. Las madres que lideran la protesta aseguran que esta indiferencia se arrastra desde hace meses, provocando un punto de quiebre en la comunidad. La indignación fue expresada sin tapujos ante la prensa: “Si la directora no puede hacer nada, que se vaya”, reclamó una de las madres, reflejando el sentir de un grupo de más de 45 personas que ya no confían en la capacidad de las autoridades actuales para proteger a sus hijos.

 

Violencia, bullying y drogas: un problema estructural
 

La situación de abuso no es el único foco de tensión en la escuela. Los padres y madres que se manifestaron también denunciaron el bullying sistemático que se instaló en las aulas, con agresiones físicas y verbales constantes, incluyendo el acoso dirigido hacia un niño con discapacidad que, según los testimonios, habría sido abusado sexualmente dentro del baño escolar por un compañero mayor. Las familias aseguran que el alumno señalado como agresor ingresó este año desde otra escuela y contaría ya con antecedentes por conductas similares, lo que agrava la negligencia institucional al no haber tomado medidas preventivas o correctivas oportunas. “Esto es muy grave, estamos hablando de niños de 11 años que no quieren ir al baño por miedo, y otros que fingen estar enfermos para no asistir”, sostuvo otra madre, evidenciando el profundo impacto emocional en los menores.

A los problemas de violencia y abuso se suma una preocupante denuncia sobre la presencia de drogas. Los padres señalaron que durante las clases nocturnas, correspondientes al programa BESPA (Educación para Jóvenes y Adultos), se habría encontrado marihuana dentro del establecimiento educativo. Este hecho pone en foco la falta de seguridad y control en la escuela durante distintos horarios, lo que contribuye a un ambiente de vulnerabilidad.

--Docente de Chicoana condenado por acosar a una alumna

La situación llevó a un tenso "cabildo abierto" en la puerta de la escuela, custodiado por efectivos policiales. Los padres fueron enfáticos en su ultimátum: "Necesitamos que la ministra Cristina Fiore tome cartas en el asunto ya. Nuestros hijos no van a volver al colegio hasta que esto se resuelva", advirtieron, pidiendo garantías de seguridad y una respuesta estructural que vaya más allá de la visita de un supervisor escolar, cuya llegada a la institución fue confirmada por el Ejecutivo provincial.

La comunidad de la Escuela Delfín Leguizamón espera que la Fiscalía y el Ministerio tomen acciones urgentes y definitorias, incluyendo la separación de las autoridades y la aplicación de protocolos estrictos para que el establecimiento deje de ser un foco de escándalo y sea un lugar seguro para los alumnos.

Te puede interesar
Lo más visto