TRIPLE CRIMEN: Detuvieron al hombre que enterró los cuerpos de Lara, Brenda y Morena

El triple crimen de Florencio Varela sigue sumando capítulos dolorosos. Los cuerpos de Lara Gutiérrez (15), Brenda del Castillo (20) y Morena Verdi (20) fueron encontrados en la madrugada del miércoles pasado en una vivienda del barrio Villa Vatteone, tras cinco días de intensa búsqueda. Las tres jóvenes habían sido brutalmente torturadas, descuartizadas y enterradas en un pozo cavado en el lugar.

En las últimas horas, la investigación avanzó con la detención de Ariel Giménez, argentino de 29 años, señalado como el sexto sospechoso en la causa. Giménez fue arrestado por la DDI de La Matanza mientras regresaba a su casa en Florencio Varela. Según la investigación, habría sido contratado por la banda narco que organizó el crimen para cavar el pozo donde fueron enterrados los cuerpos de las víctimas.

 
Cómo dieron con el sexto detenido

La detención de Giménez se produjo a partir del testimonio clave de un chofer de aplicación que declaró haber trasladado a un hombre con una pala y un parlante desde la vivienda donde fueron asesinadas las jóvenes hasta otra casa de Florencio Varela, ubicada a unas 20 cuadras de la escena del crimen.

Ese hombre, identificado ahora como Giménez, no fue encontrado en el domicilio durante los primeros allanamientos, pero los investigadores hallaron allí el parlante mencionado en la declaración del chofer. La pala, en tanto, apareció en la casa de una vecina que aseguró que el hombre se la dejó con la excusa de realizar un trabajo que nunca llegó a concretar.

Ambos elementos —la pala y el parlante— son considerados pruebas clave. Según la reconstrucción, el pozo donde fueron enterradas las víctimas fue cavado con esa herramienta, mientras que el parlante se usó para reproducir música a todo volumen en el momento del crimen, con la intención de tapar los ruidos de los golpes y gritos.

 
Los seis detenidos y la búsqueda de “Pequeño J”

Con la detención de Giménez ya son seis los arrestados en la causa. El listado de sospechosos lo completan:

-Lázaro Víctor Sotacuro, capturado en Bolivia.
-Magalí C. González Guerrero (28).
-Miguel Ángel Villanueva Silva (25).
-Daniela Iara Ibarra (19).
-Maximiliano A. Parra (18).

De acuerdo con la investigación judicial, estos cuatro últimos “aplicaron múltiples golpes y cortes utilizando armas blancas” contra las tres chicas con la intención de asesinarlas.

A un día del juicio, hallaron muerto al principal acusado por el femicidio de Jimena Salas

Sin embargo, la Justicia continúa tras los pasos de “Pequeño J”, identificado como Julio Valdeverde o Julio Noguera, un ciudadano peruano de 23 años que sería el jefe narco responsable de ordenar el secuestro, tortura y ejecución de Lara, Brenda y Morena.

Según la hipótesis principal, el triple crimen fue una represalia ordenada por este hombre tras el robo de una importante suma de dinero y cocaína. Los investigadores sospechan que Valdeverde contrató a los demás implicados como sicarios para llevar adelante el ataque.

 
Triple crimen: Una trampa mortal

La reconstrucción de los hechos indica que las jóvenes fueron engañadas con la promesa de asistir a una fiesta en el barrio porteño del Bajo Flores. Sin embargo, el supuesto encuentro era una trampa que terminó conduciéndolas a una casa en el sur del conurbano bonaerense, donde finalmente fueron atacadas.

Allí, las víctimas sufrieron golpes, cortes y torturas antes de ser descuartizadas. Luego sus cuerpos fueron enterrados en un pozo cavado en el patio de la vivienda, en pleno barrio Villa Vatteone.

El hallazgo se produjo tras cinco días de búsqueda intensa, gracias a un allanamiento en la madrugada del miércoles pasado, que permitió encontrar los restos de las tres jóvenes bajo tierra.

 
Un caso que estremece

El triple crimen de Florencio Varela mantiene en vilo a la provincia de Buenos Aires y a todo el país. La crueldad del ataque y la participación de una banda vinculada al narcotráfico exponen la creciente violencia en la región y la vulnerabilidad de los jóvenes frente a redes criminales. Mientras tanto, las familias de Lara, Brenda y Morena reclaman justicia. 

La investigación judicial continúa con el análisis de pruebas, la toma de nuevas declaraciones y los operativos destinados a dar con el principal sospechoso, cuyo paradero todavía es desconocido.

En paralelo, la conmoción social sigue creciendo en todo el país, donde vecinos y organizaciones comenzaron a organizar marchas y actos en memoria de las víctimas, exigiendo justicia y el fin de la impunidad.