El país vecino vivió momentos de tensión con un levantamiento militar que fue rápidamente desactivado. Tras ello surgieron versiones sobre un “autogolpe” con motivaciones políticas.
Politica27 de junio de 2024
Diario del Valle
Militares al mando del general Juan José Zúñiga protagonizaron un intento de Golpe de Estado en contra del presidente boliviano Luis Arce Catacora. El levantamiento tuvo lugar en La Paz, cuando los tanques avanzaron sobre la Plaza Murillo e ingresaron por la fuerza al Palacio Quemado, la sede gubernamental del vecino país.
Zúñiga exigió un cambio de Gabinete, la proscripción de Evo Morales Ayma para las próximas elecciones y la liberación de los detenidos en el Golpe de 2019, tanto militares como políticos: mencionó al exgobernador cruceño Luis Fernando Camacho y a la expresidenta de facto Jeanine Añez, artífices de la destitución del entonces presidente indígena.
La intentona golpista fue rápidamente desactivada: Arce enfrentó a Zúñiga cara a cara, luego llamó al pueblo boliviano a defender la democracia en las calles, tomó juramento a la nueva cúpula militar y las autoridades de las Fuerzas Armadas ordenaron a las unidades del ejército de todo el país que se replieguen.
“Sin duda hoy ha sido una jornada atípica en la vida de un país que quiere democracia (…). Deploramos actitudes de malos militares que lamentablemente repiten la historia tratando de hacer un Golpe de Estado cuando el pueblo boliviano siempre ha sido un pueblo democrático”, afirmó el presidente Arce al condenar el levantamiento de militares "que están atentando contra la Constitución".
Luis Arce saluda desde el balcón – Foto: Juan Karita AP
Durante toda la jornada de ayer hubo pronunciamientos en todo el mundo para condenar el levantamiento militar. Con el pasar del tiempo la calma volvió a las calles de La Paz. Pero ahora la cuestión se ha vuelto centro del debate político por versiones cruzadas acerca de los acontecimientos y sus presuntas motivaciones.
Al caer la noche del 26 de junio Zúñiga fue detenido. Cuando la policía estaba subiéndolo al móvil, el destituido comandante general sugirió que las acciones militares habían sido orquestadas junto con el mismo Arce días antes con el objetivo de levantar la imagen presidencial.
“El día domingo me reuní con el Presidente y me dijo que la situación ‘está muy jodida y esta semana va a ser crítica, entonces es necesario preparar algo para levantar mi popularidad’. Entonces le pregunto ‘¿sacamos los blindados?’; ‘Saca’. Entonces, el domingo en la noche los blindados empiezan a bajar”, contó Zúñiga ante la prensa.
Las declaraciones del militar que encabezó el levantamiento corrieron como reguero de pólvora. María Nela Prado, la ministra de la Presidencia de Bolivia, rechazó la versión de un “auto-golpe” y sostuvo que “todo se origina en la decisión de cambiar a Zúñiga” como jefe del Ejército.
De hecho, hasta los supuestos “presos políticos” por los que Zúñiga pidió su libertad marcaron distancia. El gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, exigió al presidente Arce explicaciones sobre el movimiento militar y requirió también que una comisión parlamentaria con apoyo internacional investigue el caso.
A través de sus redes sociales Camacho, detenido en el penal de Chonchocoro, preguntó: “¿Fue un espectáculo mediático montado por el propio gobierno, tal y como dice el general Zúñiga? ¿Fue solo una locura de algunos militares? ¿Fue simplemente una muestra más de descontrol? ¿Qué fue lo que pasó ayer?”. Y exigió: “Explique y dé la cara, presidente”.
Jeanine Añez, detenida y enjuiciada por encabezar el Golpe contra Evo Morales en 2019, se pronunció también en la red social X: “Repudio total a movilización de Militares en plaza Murillo pretendiendo destruir el orden constitucional, el MAS con Arce y Evo deben irse a través del voto el año 2025. Los bolivianos defenderemos la democracia”.
El suceso militar reavivó las rencillas entre Luis Arce y Evo Morales. Eso se vio reflejado en la declaración de Vicente Choque, dirigente de las Federaciones del Trópico de Cochabamba, aliadas a Evo Morales, cuando calificó lo sucedido en Plaza Murillo como un “show” y una “novela” para sembrar la idea del “autogolpe”.
“Arce con su payasada es capaz de manipular cualquier institución del Estado a su favor, es capaz de manipular y por supuesto querer de alguna manera atentar la vida de alguno de los dirigentes, especialmente que en este momento es el blanco nuestro hermano Evo”, sostuvo Choque en conferencia de prensa.
Los dirigentes de las Federaciones del Trópico de Cochabamba - Foto: RKC
El dirigente cercano a Evo Morales también apuntó al vicepresidente David Choquehuanca y al ministro de gobierno Eduardo Del Castillo, quienes serían los principales promotores de la ruptura en el partido Movimiento al Socialismo (MAS) hacia las próximas elecciones generales de 2025.
La disputa entre Evo Morales y Arce se agravó a finales del año pasado, cuando la Corte Constitucional inhabilitó al expresidente a ser nuevamente candidato. Desde el entorno de Morales interpretaron que fue una maniobra política promovida por su exministro de Economía para allanar su camino a la reelección, sin ir a internas.
Así las cosas, el levantamiento militar encabezado por Zúñiga se ha convertido en el tema principal del debate político en un país que atraviesa una fuerte crispación en el seno del partido gobernante y problemas de tipo económico, como la escasez de dólares que impacta negativamente en el comercio y en los precios de diversos bienes.
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