La historia de superación de Brisa Tejerina

17 de mayo de 2024

En la ciudad de Salta Capital vive una joven cuyo nombre es sinónimo de superación y resiliencia: Brisa Belén del Milagro Tejerina. Su historia, marcada por una tragedia temprana, es hoy un ejemplo de fuerza y determinación. A sus 21 años, Brisa ha demostrado que ninguna adversidad es suficientemente grande como para frenar sus sueños.

Salta: Más de 30 mineras para buscar trabajo

La vida de Brisa cambió drásticamente cuando tenía apenas siete meses. Mientras dormía plácidamente, un incendio se desató en su hogar, dejándola con quemaduras en el 88% de su pequeño cuerpo. La gravedad de sus heridas requirió un traslado urgente en un avión sanitario desde Salta hasta el Hospital Pediátrico Juan Garrahan en Buenos Aires. Allí, comenzó una larga y dolorosa batalla por su vida. En el quirófano, los médicos tuvieron que amputarle la mano izquierda y tratar quemaduras severas en su cabeza. Las esperanzas eran mínimas, y Brisa pasó casi dos años en terapia intensiva, sometiéndose a innumerables cirugías.

Sin embargo, la combinación de la pericia médica y la increíble voluntad de vivir de Brisa hicieron posible lo que parecía imposible. Su recuperación fue un proceso largo y arduo, pero cada paso que daba la acercaba más a la vida que soñaba.

A los 14 años, Brisa encontró una nueva pasión: el deporte. “A los 14 años empecé a hacer deportes y me encantó. Ahí decidí entrenarme para competir en distintas disciplinas, además de trabajar”, cuenta Brisa. Su talento y dedicación la llevaron a participar en los Juegos Evita, donde ganó una medalla de bronce en 100 metros, una de plata en 150 metros, y una de oro en 200 metros. Además, se destacó en el lanzamiento de bala y en concursos de belleza, donde también resultó ganadora.

Hoy, Brisa vive cada día con una actitud positiva y llena de proyectos. “Amo lo que soy”, afirma con convicción. Actualmente, está en el cuarto año del Bachillerato y sueña con convertirse en profesora de Educación Física especial. “Nunca tuve miedo de rehacer mi vida. Estoy en cuarto año del Bachillerato y mi sueño es recibirme de profesora de Educación Física especial”, añade.

Brisa también reflexiona sobre la percepción de la belleza y la igualdad. “Nadie es más ni menos que otra persona, todos somos iguales. Si existiera la posibilidad de hacerme un trasplante de cara o una cirugía estética, no lo aceptaría. Me miro al espejo y me gusta como soy”, declara con firmeza.

Mirando hacia el futuro, Brisa tiene claros sus deseos y objetivos. Aunque sueña con casarse y tener hijos, sabe que hay muchas metas que quiere alcanzar primero. “Pero más adelante, ahora tengo muchas cosas que hacer”, sentencia con la determinación que la caracteriza.

La historia de Brisa Belén del Milagro Tejerina no solo es un relato de sobrevivencia, sino también un poderoso testimonio de cómo la adversidad puede ser enfrentada con una voluntad inquebrantable y una actitud positiva. Su vida es un recordatorio de que, con fuerza y determinación, es posible superar cualquier obstáculo y alcanzar las metas más ambiciosas. Brisa no solo ha triunfado en sus desafíos personales, sino que también inspira a todos aquellos que tienen el privilegio de conocer su historia.