TORRICO QUEDARÍA LIBRE: MATÓ A LOS HERMANITOS LEGUINA, CUYOS CUERPOS APARECIERON EN LA SILLETA

Marcelo Torrico fue condenado en diciembre de 1999 por el secuestro, la violación y el asesinato de los hermanitos Octavio y Melani Leguina de siete y nueve años, cuyos cuerpos fueron encontrados el 11 de mayo de 1998 en La Silleta, localidad perteneciente al municipio de Campo Quijano, departamento Rosario de Lerma. 

A más de un cuarto de siglo del doble crimen, Torrico podría quedar en libertad el 28 de octubre, fecha en que se cumpliría la pena de 25 años a la que fue sentenciado. Si eso se cumple, el homicida se iría a Bolivia, su país natal, tal como lo expresó públicamente hace unos años.

En este contexto, Miguel Medina, padre de las víctimas, fue consultado por la prensa sobre la eventual libertad de Torrico. “Tengo que hablar con mi abogado para confirmar si realmente saldrá en octubre (…). La condena social lo va a perseguir donde vaya”, afirmó el hombre, quien señaló que “nunca dejará de ser un violador y asesino de niños”.

Los padres de los hermanitos Leguina - Foto: QPS

Vale recordar que el asesinato de los hermanitos Leguina fue cometido por Torrico y por su amigo Ariel Esteban Brandán. Ambos fueron condenados, pero Torrico cobró notoriedad porque además de haber sido el principal responsable, logró fugarse del penal de Villa Las Rosas el 1° de enero de 2006.

EL CASO, DESDE SUS COMIENZOS 

4 de mayo de 1998. Como todos los días, Octavio y Melani salieron de su casa ubicada en el Barrio Alto La Viña de la zona oeste de la Capital de Salta rumbo a la Casita de Belén, en el barrio San José, donde desayunaban antes de ir a la escuela Nuestra Señora de la Candelaria de Villa Costanera. Ese lunes por la mañana fueron secuestrados. 

Por la tarde de aquel fatídico día, la madre de los nenes María Rosa Pereyra radicó la denuncia por desaparición en la comisaria de Villa Asunción. A partir de entonces se iniciaría la búsqueda. El 5 de mayo, un empleado municipal de San Luis se presentó en la dependencia policial de la zona e informó que había encontrado una mochila con útiles escolares. Era de Melani Leguina. 

En paralelo al hallazgo de la mochila de la niña aparecieron prendas de vestir con sangre de uno de los hermanitos. Los rastrillajes entonces se extendieron hasta la zona de El Encón, unos kilómetros más delante de San Luis, siempre en dirección hacia La Silleta, es decir mirando al oeste del mapa provincial, en dirección a Campo Quijano. 

Por aquella época se multiplicaban las teorías en torno a este caso que conmocionó a la sociedad. Siete días después de la desaparición, el 11 de mayo, los cuerpos de los hermanitos Leguina fueron encontrados en La Silleta por una patrulla policial motorizada, según informó diario El Tribuno.

Torrico, el asesino de los hermanitos Leguina - Imagen: Cuarto

La autopsia realizada en la morgue del Hospital San Bernardo determinó que los nenes fueron brutalmente golpeados y que Melani había sufrido abuso sexual con acceso carnal. También se pudo establecer que la muerte de ambos se produjo el mismo día en el que desaparecieron. 

Con el avance investigativo y la declaración de una testigo reservada se pudo comprobar que Torrico y Brandan raptaron a los niños en un auto y los llevaron hasta un descampado de la zona sur. Allí los torturaron y asesinaron a golpes. De hecho, se supo que Brandan obligó a Octavio a que viera cómo Torrico violaba a su hermana.

El 10 de diciembre de 1999 el Tribunal de Juicio dictó la sentencia contra Torrico y Brandan. Los jueces Alberto Fleming, Susana Sálico de Martínez, Antonio Morosini y la secretaria Ana Gloria Moya los condenaron a reclusión perpetua por los delitos de secuestro, torturas, violación y asesinato de los hermanitos, todo ello agravado por ser cometidos con alevosía. 

Mientras cumplía su condena en el penal de Villa Las Rosas, Torrico se fugó el 1° de enero de 2006. El asesino, que escapó con su compañero de celda Diego Enríquez, fue recapturado en la estación de Retiro, Buenos Aires. Al ser identificado, una comitiva policial de Salta viajó a la Capital Federal para concretar el posterior traslado a la provincia. 

Torrico vestido de policía, su modo de "protesta" por beneficios que le negaron

A casi 20 años del doble homicidio, Torrico dio una entrevista al programa "Tribu Urbana", que por entonces era conducido por la actual diputada provincial Mónica Juárez. Al rememorar las atrocidades que había cometido, el recluso sostuvo: “Cuando pasó el hecho era un joven drogadicto, enfermo”. Dijo además que se había compuesto de esa enfermedad, que contaba con informes psicológicos "favorables" y que se arrepentía. 

Ahora el nombre de quien fuera descripto por profesionales de la salud mental como un psicópata y sádico volvió a la escena porque se cumplirán los 25 años de la sentencia.  Pero la jueza de garantías Ada Zunino dijo a Nuevo Diario que, si bien a fines de octubre se cumple con la pena, Torrico debe someterse a ciertos procedimientos que extenderían su estadía tras las rejas por un año más aproximadamente. 

Miguel Leguina, padre de las víctimas, dio una nota a El Tribuno y expreso: “Quiero decirles a los señores jueces que, antes de que tomen la determinación de soltar a estos maniáticos psicópatas, piensen bien que hay otros chicos. Estos hombres no deben estar en la calle. Ya nos arrebataron a nuestros hijos, no podemos permitir que tengan la oportunidad de hacerlo de nuevo”.

LA LÍNEA DE TIEMPO DEL CASO

•         Los hermanitos Leguina desaparecieron el lunes 4 de mayo de 1998 camino a la escuela; 
•         El martes 5 de mayo se reporta el hallazgo de la mochila de Melani; 
•         El jueves 7 la prensa daba a conocer que encontraron ropa de los nenes con sangre; 
•         El lunes 11 de mayo encuentran los cuerpos de Octavio y Melani en La Silleta

En medio de la conmoción social y del dolor familiar, el proceso judicial tomaría un rumbo certero recién el 27 de enero, cuando una testigo reservada aportó el nombre de Torrico. Finalmente, el homicida fue detenido y llevado a juicio a fines de 1999. La pena de reclusión perpetua fue modificada a prisión perpetua, que equivale a 25 años de cárcel.