Falleció Don Serafín Casimiro, el vecino que transformó un basural en una plaza en Cerrillos

Don Serafín falleció a sus 89 años, pero dejó una huella en Cerrillos que inspiró a los vecinos a seguir sus pasos en el cuidado de los espacios verdes y la ayuda comunitaria.

Cerrillos10 de septiembre de 2024Diario del ValleDiario del Valle
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Don Serafín Casimiro.Cerrillos

Falleció Don Serafín Casimiro, el vecino que transformó un basural en una plaza en Cerrillos

10 de septiembre de 2024

A los 89 años, falleció Don Serafín Casimiro, un vecino ejemplar de Cerrillos que, con pequeñas acciones pero un inmenso impacto, logró transformar un antiguo basural en un espacio verde para toda la comunidad. Su vida y legado son un testimonio del poder de la voluntad individual para generar cambios significativos en el entorno, dejando una huella imborrable en aquellos que conocieron su labor desinteresada.

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Don Serafín dedicó décadas de su vida a convertir un terraplén abandonado en una plazoleta ubicada en la intersección de Ameghino y Necochea, en las inmediaciones de las vías del ferrocarril. Este lugar, que alguna vez fue un foco de contaminación y proliferación de alimañas, hoy es un pulmón verde que disfrutan grandes y chicos por igual. La gente de Cerrillos lo recuerda como un hombre sencillo que, sin esperar reconocimiento o recompensas, decidió tomar la iniciativa de limpiar y revitalizar ese rincón olvidado de su barrio.

Don Serafín, un ex placero jubilado, comprendía que el cuidado del medio ambiente no es una responsabilidad exclusiva de las autoridades, sino una tarea que empieza en casa, con pequeñas acciones cotidianas. Con esa convicción, hace más de 15 años comenzó a trabajar en lo que sería su mayor legado: la transformación del predio. En ese entonces, el terraplén era utilizado por los vecinos como un vertedero de residuos, un espacio que albergaba todo tipo de desechos y que, además de generar malos olores, era un refugio para roedores e insectos.

Decidido a cambiar esa realidad, Don Serafín empezó por limpiar el área y luego plantó diversas especies de árboles y plantas, entre ellos pinos, palos borrachos, cactus, paraísos, rosales, pensamientos y palmeras. Este esfuerzo personal transformó los 300 metros cuadrados del predio en una pequeña pero significativa plazoleta, un espacio verde donde la comunidad podría relajarse y los niños jugar de manera segura.

Con el tiempo, el lugar fue equipado con juegos infantiles, como un subibaja, y se instalaron bancos y cestos de basura. Todo esto fue hecho por el propio Serafín, quien, pese a su avanzada edad, se encargaba de mantener limpio el espacio y cuidar de las plantas. Su dedicación y ejemplo inspiraron a los vecinos a respetar y preservar el lugar, que pronto se convirtió en un punto de encuentro para la comunidad.

La obra de Don Serafín no solo consistió en transformar físicamente un basural en una plaza, sino también en cambiar la mentalidad de los vecinos respecto al cuidado del medio ambiente. Gracias a su ejemplo, muchas personas comprendieron la importancia de mantener limpios los espacios públicos y de cuidar los recursos naturales. A lo largo de los años, la plazoleta no sufrió vandalismo, un reflejo del respeto que los vecinos tenían por el trabajo del abuelo cerrillano.

Con el aumento del tránsito vehicular en las calles que rodean la plaza, Serafín también se ocupó de pintar los cordones de las esquinas como medida de seguridad, para evitar que los conductores sufrieran accidentes. A pesar de su edad, nunca dejó de preocuparse por su comunidad, un gesto que lo convirtió en un referente del compromiso ciudadano en Cerrillos.

El fallecimiento de Don Serafín Casimiro deja un vacío en la comunidad de Cerrillos, pero su legado perdura no solo en la plazoleta que él mismo creó, sino en las actitudes de aquellos que fueron testigos de su labor. Inspirados por su ejemplo, otros vecinos comenzaron a seguir sus pasos. Muy cerca de la plazoleta, en el mismo terraplén, un grupo de jóvenes diseñó una pista de salto para bicicletas BMX, mientras que en otras áreas surgieron nuevas parquizaciones.

La figura de Don Serafín es recordada con cariño por quienes conocieron su trabajo. Su historia demuestra que, con pequeñas acciones y una gran determinación, es posible construir un mundo mejor. Hoy, su obra se mantiene como un recordatorio del impacto positivo que cada persona puede tener en su entorno, y su espíritu seguirá presente en Cerrillos, inspirando a las generaciones futuras a cuidar del medio ambiente y de su comunidad.

Sin dudas, la vida de Don Serafín Casimiro es un ejemplo de que, con esfuerzo y dedicación, se pueden transformar los problemas en oportunidades, y los espacios olvidados en lugares de esparcimiento y disfrute para todos.

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