Dejó la abogacía para cumplir el sueño de ser colectivera

En la ciudad de Salta, Celeste Goitea de 42 años tomó la decisión de romper sus propias barreras y abandonar la carrera de abogacía para ser colectivera

Salta24 de julio de 2024Diario del ValleDiario del Valle
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Celeste Goitea.Colectivera

Dejó la abogacía para cumplir el sueño de ser colectivera

24 de junio de 2024

Celeste Goitea, una mujer de 42 años residente del barrio Santa Ana II, es un ejemplo viviente de perseverancia y dedicación. Desde muy pequeña, Celeste supo que su destino estaba detrás del volante de un colectivo, una pasión transmitida por su padre, quien también fue chofer y le enseñó todos los secretos del oficio.

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Una Infancia Marcada por el Amor al Volante

Celeste recuerda con cariño los momentos en que su padre la sentaba en el primer asiento del colectivo. "Cuando era una niña y mi papá me colocaba en el primer asiento y yo disfrutaba verlo manejar, el movimiento, el tráfico, la gente, soñaba que yo era chofer", expresó. Mientras sus hermanos aprendían el oficio y se integraban a la empresa de la línea 6, ella también empezó a practicar desde los 12 años.

Primeros Intentos y Desilusiones

A los 22 años, Celeste se sintió preparada para perseguir su sueño y se presentó en una empresa de colectivos. Sin embargo, su intento fue en vano. "Me respondieron que era muy difícil que acepten a una mujer colectivera, pero que iban a reunirse para tratar el tema y de ahí me iban a llamar, pero nunca me llamaron", relató con tristeza. A pesar de esta desilusión, no abandonó su sueño.

Oportunidad y Éxito

El giro en su vida llegó cuando tenía 27 años y escuchó sobre Mirta Cisneros, la primera mujer colectivera de Salta, quien luchó por el "cupo femenino laboral" en el rubro. Celeste vio en esta apertura una nueva oportunidad y no la dejó pasar. Fue de las primeras en anotarse y, afortunadamente, fue contratada por la empresa El Cóndor. "Me dieron la oportunidad inmensa y estoy muy agradecida con la empresa El Cóndor por confiar en mí", dijo emocionada.

Un Nuevo Comienzo

Hoy, Celeste es colectivera de la línea 2E y conduce ocho horas diarias. A pesar de los nervios y la emoción de su primer día de trabajo, la respuesta de la gente fue variada. "La respuesta de la gente me sorprendió, algunos me miraban mucho, algunos con recelo e incluso una vez una persona desde la parada la miró y le dijo 'espero el otro', lo cual me causó gracia lejos de desanimarme", relató Celeste.

Vida Cotidiana y Desafíos

Además de su trabajo, Celeste es madre de dos hijos, de 23 y 11 años, y abuela de una niña de 4 años. Su vida diaria es un equilibrio entre sus roles de madre, abuela y trabajadora. Sin embargo, gracias a los valores de independencia inculcados por sus padres, ha logrado manejar todo con éxito.

Un Mensaje de Inspiración

Celeste se siente una mujer completa, habiendo alcanzado su sueño y pudiendo ofrecer lo mejor a sus hijos y nieta. Agradece profundamente a sus padres por el apoyo y por transmitirle un oficio que ama y le permite salir adelante. "A las mujeres les digo que se animen, que tengan mucha fortaleza, todo se puede lograr y no dejen que nada ni nadie las desanime", finalizó.

La historia de Celeste Goitea es una fuente de inspiración para muchas mujeres que luchan por alcanzar sus sueños en un mundo lleno de desafíos. Su valentía y determinación demuestran que, con pasión y esfuerzo, es posible superar cualquier obstáculo y lograr lo que uno se propone. Su mensaje resuena como un llamado a la acción: "Que nadie las desanime".

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