Han pasado 25 años desde el descubrimiento de las Momias del Llullaillaco en Salta

Durante una expedición hecha por National Geographic hace 25 años, se abrió una puerta a nuevos conocimientos del período incáico.

Salta29 de julio de 2024Del ValleDel Valle
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Las momias de Llullaillaco.Salta

Han pasado 25 años desde el descubrimiento de las Momias del Llullaillaco en Salta

29 de julio de 2024

En 1999, el hallazgo de tres cuerpos en perfecto estado de conservación en el volcán Llullaillaco, ubicado en el oeste de Salta, conmocionó a la comunidad arqueológica tanto a nivel nacional como internacional. Este descubrimiento, liderado por una expedición de National Geographic, reveló momias incas excepcionalmente bien preservadas que han proporcionado valiosos conocimientos sobre la cultura y las prácticas religiosas de esta antigua civilización.

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A 6739 metros sobre el nivel del mar, en la ladera del volcán Llullaillaco, justo en el límite con Chile, los arqueólogos Johan Reinhard y Constanza Ceruti, junto a su equipo, desenterraron los cuerpos humanos mejor conservados del mundo. Entre ellos, destaca “La Doncella”, una niña de 15 años que fue sacrificada y ofrendada a los dioses incas. Los análisis de radiocarbono indicaron que esta momia tiene aproximadamente 500 años, lo que la convierte en la más antigua de las tres encontradas.

Reinhard, convencido de que Llullaillaco aún albergaba rastros de los incas, se embarcó en esta expedición con la esperanza de encontrar ofrendas. Sin embargo, nunca imaginó que hallaría tres cuerpos humanos. El descubrimiento está relacionado con la ceremonia capacocha, una celebración religiosa inca en la que se sacrificaban niños para honrar a los dioses. La niña, vestida con una túnica ceremonial y adornada con un tocado, fue enterrada como una “mensajera de los cielos”.

Las investigaciones posteriores revelaron que a la niña le habrían dado licor de maíz para adormecerla y fragmentos de hojas de coca para evitar el mal de altura. Estos hallazgos llevaron a los científicos a calificar a “La Doncella” como “la momia mejor conservada que se haya visto”. Junto a ella, se encontraron “La Niña del Rayo” y “El Niño”, quienes también sucumbieron a las inclemencias del tiempo y fueron preservados por las bajas temperaturas.

El trabajo de Reinhard en Llullaillaco rivalizó con su descubrimiento anterior de “la Doncella de Hielo” en un pico montañoso de Perú en 1995. Aunque esta momia también estaba bien preservada, su estado no se comparaba con el de las momias argentinas, marcando un hito en la historia arqueológica de América del Sur.

El ajuar funerario encontrado junto a las momias incluye estatuillas antropomorfas femeninas confeccionadas en oro y spondylus, pertenecientes a “La Niña del Rayo”. Estas figuras, vestidas con accesorios característicos de la élite incaica, dan cuenta del rango y las características étnicas de las mujeres representadas. Por su parte, “El Niño” fue hallado rodeado de lanas de camélidos. Alrededor de “La Doncella” se destacó un tocado ceremonial femenino de gran tamaño, cubierto con plumas blancas engarzadas y confeccionado en lana.

En septiembre de 2007, las momias fueron expuestas por primera vez al público en el Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM) de Salta capital. Este museo es el encargado de la preservación de los cuerpos, manteniéndolos en un sitio refrigerado y con poco oxígeno para reproducir las condiciones de gran altitud que permitieron su excepcional estado de conservación.

El descubrimiento de las momias del Llullaillaco no solo ha proporcionado una ventana invaluable al pasado incaico, sino que también ha resaltado la importancia de la preservación arqueológica y el respeto por las culturas ancestrales. A 25 años de este hallazgo, los cuerpos de “La Doncella”, “La Niña del Rayo” y “El Niño” continúan siendo objeto de estudio y admiración, ofreciendo una conexión tangible con una civilización que dominó los Andes y dejó una huella indeleble en la historia de América del Sur.

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