Se fugó un sicario en Salta: Hay mucho temor

En un hecho alarmante, Lino Abdemar Moreno, uno de los condenados por el brutal crimen de la productora rural Liliana Ledesma en Salvador Mazza, se fugó durante una salida transitoria a pesar de haber sido sentenciado a cadena perpetua hace 13 años. La preocupación aumenta debido a la falta de control en el sistema penitenciario, ya que Moreno argumentó problemas de salud para obtener la liberación y no fue reingresado al penal de Orán.

En 2010, la justicia salteña condenó a los autores materiales del asesinato de Liliana Ledesma, incluido Moreno, quienes asestaron siete puñaladas a la víctima y dejaron un mensaje mafioso tras cortarle los labios como señal de silencio. Las audiencias revelaron que el ataque fue ordenado por los hermanos Castedo y José Ernesto Aparicio, que también estaban vinculados al narcotráfico, y que los autores materiales recibieron un pago de $20.000 por el crimen.

A pesar de que los Castedo fueron detenidos y condenados por narcotráfico después de años prófugos, la justicia salteña aún no ha logrado abrir juicio por la supuesta autoría intelectual del asesinato de Liliana Ledesma. La falta de acción y las constantes suspensiones del juicio generan cuestionamientos sobre el accionar del sistema judicial.

Sorprendentemente, el mismo juez que autorizó la salida de Lino Abdemar Moreno, Edgardo Laurenci, fue quien suspendió por séptima vez el juicio contra los hermanos Castedo y el crimen de Ledesma. Esta situación pone en entredicho la efectividad de la justicia y la capacidad de garantizar la seguridad y la protección de la sociedad.

Los ciudadanos exigen una investigación exhaustiva sobre cómo un condenado a perpetua pudo obtener una salida y escapar sin consecuencias. Esta fuga pone en evidencia la falta de control y la necesidad de una revisión profunda del sistema penitenciario, así como una mayor celeridad y transparencia en la investigación de casos de crímenes de esta magnitud.

La comunidad de Salvador Mazza y sus alrededores, así como la sociedad en general, esperan respuestas contundentes y acciones inmediatas para garantizar la justicia y prevenir futuros incidentes similares. Es imperativo que las autoridades aborden esta situación con la seriedad y la urgencia que merece, restableciendo la confianza de la ciudadanía en el sistema judicial y asegurando que los responsables rindan cuentas por sus actos.