Rosario de Lerma: Volvió Ramos para poner orden

12 de diciembre de 2023

En un día marcado por la lluvia, Sergio Omar Ramos asumió la intendencia de la ciudad de Rosario de Lerma el pasado 10 de diciembre, tras seis años de desempeñarse como senador, representando un periodo y medio. Sin embargo, su llegada al cargo estuvo acompañada por un simbolismo: la "lluvia limpia", una metáfora que refleja su compromiso de purificar y transformar la gestión municipal.

Previamente, este medio expuso los desmanejos económicos de la administración anterior, pero la situación parece ser más grave de lo imaginado, ya que el estado deplorable en que se encuentra el municipio tras la gestión de Enrique Martínez se suma a la lista de desafíos que enfrentará Ramos en su nuevo rol.

En un acto de transparencia sin precedentes, Ramos reveló algunos de los excesivos gastos de la gestión anterior, destacando la adquisición de una silla gamer valuada en 343 mil pesos, así como la presencia de otras sillas similares en diferentes áreas de la municipalidad. "No la quiero y no la necesito, me parece un gasto absurdo y una falta de respeto", declaró el intendente. Además, anunció que estos recursos innecesarios serán trasladados a dependencias municipales que realmente los necesiten, poniendo fin a los privilegios internos.

En un video oficial dirigido a la comunidad, Ramos informó sobre el estado del parque automotor municipal, señalando que algunas máquinas llevan dos años sin recibir mantenimiento básico como cambio de aceite. "El taller es un desastre, va a costar recuperarlo, pero lo vamos a hacer, con esfuerzo, entre todos", expresó el nuevo intendente.

Durante su discurso de asunción, frente a una multitud y medios de comunicación, Ramos adelantó que la situación económica será difícil y que su gobierno se regirá por la austeridad. "Se acabó la fiesta, basta de privilegios, basta de picadas, basta de fiesta, basta de comodidades", proclamó, generando un fuerte respaldo entre aquellos que anhelan un cambio radical en la administración municipal.

Los desafíos que enfrenta Ramos son considerables, pero su enfoque en la austeridad, transparencia y la eliminación de prácticas derrochadoras parece indicar un compromiso genuino con la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos de Rosario de Lerma. La comunidad espera con expectación las acciones concretas que emprenderá en los próximos meses, confiando en que estas marquen el inicio de una nueva era para la ciudad.